Fin de la polémica y del drama. El Santa Ponsa CF podrá inscribir a sus tres equipos femeninos la próxima temporada 2024-25. La Federación de Fútbol de las Islas Baleares ha comunicado esta mañana al club la decisión de permitir a los tres equipos femeninos del club inscribirse en sus respectivas categorías. De esta manera no habrá que esperar a la resolución del recurso presentado la pasada semana por el club al Tribunal Balear de l’Esport, que será retirada. Una respuesta que celebran hoy en el club verdiblanco tras varias semanas de protesta y «decepción con la FFIB y el Platges», tal y como ha expresado el presidente de la entidad, Guyu Muñoz.
Se cierra así, con un gran lazo verde color esperanza, un conflicto que para mucha gente carecía de sentido. Todo surgió a raíz de la separación de Lion Blakeley -principal responsable de la estructura femenina del Playas de Calvià- y su amateur Regional, de la directiva del club naranja, después de que ésta pretendiera establecer una colaboración con Baleares sin Fronteras a fin de que su primer equipo femenino militara en Autonómica. De este modo, el grupo de jugadoras que logró el ascenso de Regional a Autonómica en la temporada 2023-24 debería conformarse con volver a militar en Regional, y el equipo nacido de ese acuerdo sería el que competiría en Autonómica. Decisión que, comprensiblemente, molestó al grueso de la plantilla que acabó separando caminos con el Playas.
Con este escenario, el deseo de Blakeley y sus jugadoras era el de poder encontrar un escudo que les abrazara y les permitiera competir de cara a la nueva temporada. El elegido fue Santa Ponça CF, que no dudó en hacer hueco a tres equipos huérfanos de camiseta. El problema, sin embargo, fue que el plazo de inscripción para la nueva competición estaba cerrado, algo que a priori no parecía un problema, hasta que, sin motivo aparente, el Platges de Calvià estableció una denuncia alegando, con razón, que las inscripciones se realizaron fuera de plazo por lo que constituían una ilegalidad. Así pues, la FFIB retiró las inscripciones que había aceptado en primera instancia, y se dio comienzo a varias semanas de protestas, reuniones y comunicados oficiales que demandaban justicia.
SEMANAS DE PROTESTAS
Las primeras en alzar la voz ante esta situación fueron las propias futbolistas. En un comunicado oficial, firmado de manera conjunta por todas ellas, denunciaban la injusticia que suponía el no poder competir en una categoría a la que se accede por méritos deportivos. Un problema que tiene una raíz interna, y que solamente compete a la entidad naranja y a estas jugadoras. Pero al margen, el comunicado cuestionaba el sentido de la denuncia presentada por el club de Magaluf y únicamente solicitaban que se les permitiera jugar, teniendo en cuenta que el hecho de aceptar inscripciones fuera de plazo, es una práctica habitual en Baleares.
Por otro lado, tanto el club verdiblanco como su presidente han estado muy activos en los últimos días a través de RRSS. Las reivindicaciones a favor de su causa eran constantes, y en todo momento se solicitaba, únicamente, que dejaran competir a sus futbolistas. De hecho, el propio Muñoz atendía a la emisora municipal esta misma semana destacando que «el Santa Ponça CF no tiene ningún problema con el Playas ni con ningún otro club», y que su club era una víctima inocente de un conflicto surgido entre el Playas y sus ya ex-equipos femeninos.
Así pues, el capítulo se da por claudicado, y el club que preside Guyu Muñoz no puede hacer otra cosa que celebrar y preparar la nueva temporada 2024-25, en la que contará con un Alevín/Infatil F7, un amateur Regional y un amateur Autonómica, que van a dar color a la nueva estructura femenina del Santa Ponça CF.