Este verano el Mediterráneo ha alcanzado temperaturas superiores a los 30 grados. Un hecho insólito hasta la fecha pero que, a causa del cambio climático, podría repetirse el año que viene y en veranos sucesivos. Así lo ha recordado en esta emisora el coordinador de Observadores del Mar, Joaquim Garrabou.
Las consecuencias del cambio climático en los océanos son principalmente 4: el aumento del nivel del mar, la reducción del PH, la disminución del oxígeno en las células de un organismo, y el aumento de la temperatura del mar. Ésta última ya ha mostrado consecuencias en aguas de las Islas, con la disminución en la cantidad de peces, como ha podido certificar Iván Ruiz, estudiante de biología, buceador técnico y fotógrafo submarino.
Otra de las consecuencias de ese calentamiento de los océanos es el desplazamiento de algunas especies marinas a aguas más frías, de sur a norte, aunque, en el caso del Mediterraneo, que es finito, el movimiento es de este a oeste. Sin embargo, especies como la posidonia, las algas o los corales, que no pueden moverse, corren el riesgo de morir a causa de las altas temperaturas y, con ellas, el ecosistema que generan. Eneko Aspillaga es Doctor en ecología fundamental y aplicada e investigador en IMEDEA-CSIC.
El calentamiento de los océanos ha afectado ya a unas 90 macro especies del paisaje marino, una reacción en cadena que no sólo implica una pérdida de la biodiversidad sino que también afecta a cualquier actividad socioeconómica relacionada con ésta, como explica Joaquim Garrabou.
Según el equipo de Observadores del Mar, la solución pasa por crear políticas medioambientales para reducir las emisiones de CO2, potenciar las Áreas Marinas Protegidas, y, por supuesto, la ciencia ciudadana, que cada uno observe los cambios que experimenta un ecosistema, los registre y los comunique a plataformas como la que coordina en Baleares Sandra Espeja.
Rescata aquí el programa entero:
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