Nos hemos querido acercar a Paguera para palpar cómo viven estas primeras semanas de temporada los hosteleros y comerciantes de la zona. Margalida, dueña del hostal restaurante Neptuno, se muestra sorprendida por el volumen de ocupación y la llegada de turistas en lo que va de temporada a pesar de que las cifras estén aún lejos de un año normal.
El incremento en la llegada de turistas ha coincidido con un aumento de la incidencia acumulada del coronavirus en la isla, lo que ha llevado a Alemania a incluir al archipiélago en su lista de destinos no recomendables para viajar.
Por el momento, sólo es una recomendación y los alemanes al volver a su país tienen que presentar una prueba PCR negativa o la plena inmunización, pero la cuestión preocupa a los hosteleros y comerciantes de Peguera. Catalina, responsable del Hostal Villa Cati, lamenta que el aumento de los contagios haya congelado las reservas, pero confía en que una mejor evolución del virus permita alargar la temporada.
Las reticencias de Alemania a recomendar a sus ciudadanos que pasen sus vacaciones en Baleares ha frenado las reservas germanas en la zona de Peguera. Por fortuna, esa ralentización de las reservas alemanas se ha está pudiendo solventar con otros mercados emisores como el francés, el español o el inglés, tal y cómo nos confirma Agustina Rius, que tiene una pequeña bocatería y panadería en el boulevard.
Ahora mismo, Baleares tiene una incidencia acumulada de 378 casos por 100.000 habitantes y España de 436 pero, por el momento, el gobierno alemán no ha querido añadir a nuestro país como zona de riesgo alto.
De cara a las próximas semanas, María, trabajadora del souvenir Artesanías Baleares, propone alargar la temporada hasta invierno para que negocios como el suyo, que según ella están olvidados, puedan recaudar algo más.
Los alemanes suponen el 36% del total de visitantes a las Islas Baleares, una cifra que pone los vellos de punta en caso de que declaren a nuestro país zona de riesgo alto por COVID.